Cómo nace el foro de estrategia circular

Todo lanzamiento de un proyecto es el final de una gran aventura que se espera sea el comienzo de un larga realidad. CIRCULARGY no es diferente. Surge de un interés por la sostenibilidad empresarial, que se transformó en circular por la necesidad de la industria y se ha convertido en una pasión compartida por un maravilloso equipo de personas.

Todo nace hace cinco años. La vida nos trae y nos lleva. En mi caso, el destino me trajo a Valencia y me contactó con la industria del plástico. En mi actividad profesional, hasta ese momento no había tenido contacto directo con las áreas productivas industriales, y se me abrió un mundo nuevo. Me di cuenta de la importancia de que todas las áreas de la empresa deben conocer y estar en contacto con la cadena de producción, porque es ahí donde se genera todo. La deslocalización de las grandes corporaciones te impide esa conexión, mientras que en las pymes sólo tienes que cambiar los tacones por los zuecos de goma. Esa experiencia me pone en contacto con los biomateriales, sobre los cuales estudio una vez finalizado ese periodo laboral. Se me había despertado una intensa curiosidad por las nuevas soluciones sostenibles. Ya no había marcha atrás.

Despertando el interés por la economía circular

El año clave para el surgimiento de este proyecto fue 2018, tras participar en la Cumbre de Innovación Tecnológica y Economía Circular cuyo objetivo era formar a 300 profesionales elegidos en España para promover el nuevo modelo circular, gracias a la participación de los principales expertos en economía circular, innovación y desarrollo sostenible. En esa cumbre adquirí el convencimiento de que sostenibilidad y circularidad eran las claves de adaptación de nuestras empresas al nuevo entorno de nuestro siglo. También tuve el privilegio de conocer a personas inspiradoras que me transmitieron la ilusión y motivación necesarias para el arduo camino que decidí emprender para evangelizar sobre un concepto todavía desconocido.

Por mencionar a algunos, Bernardo Kliksberg, asesor de la ONU, considerado padre de la RSC (Responsabilidad Social Corporativa), nos convenció de que la ética es la mejor base para establecer sistemas sostenibles y duraderos. Ndaba Mandela, nieto de Nelson Mandela, me transmitió su fortaleza y liderazgo abrumadores, que buena falta me harían después para persistir en el mensaje contra vientos y mareas desmotivadoras. Y el ex presidente Barack Obama se mostró firme en la lucha contra el cambio climático, y afirmó que «podemos generar más trabajo, negocios y oportunidades haciendo lo correcto», y mostró su optimismo arrollador declarando que «nos encontramos en el mejor momento de la historia para seguir avanzando y mejorando».

Con Ndaba Mandela, ejemplo inspirador de liderazgo.

En menos de un mes desde la cumbre, a finales de julio, estaba presentando con éxito junto con Cristina Monge, secretaria general de AVEP, Asociación Valenciana de Empresas del Plástico, a la Consellería de Industria de la Comunidad Valenciana, el PACPEC (Programa de Adaptación Competitiva del Plástico a la Economía Circular). Lo habíamos preparado en tanto sólo un mes. La persecución injustificada al plástico había sido la primera forma de reacción de la sociedad ante la problemática del exceso de residuos, y teníamos claro de que la industria del plástico debía reaccionar ante esa situación siendo la primera en incorporar el enfoque circular.

Llena de energía y de ilusión por impulsar la nueva economía, ese año asisto a otras citas importantes, como el evento CSR Spain organizado por Forética en Madrid también, y participo en 4º Foro Global de la Economía Social (GSEF) en Bilbao, y avanzo en los preparativos del lanzamiento de mi consultora en Business Knowmad con foco en Responsabilidad Social Corporativa y sostenibilidad ambiental.

Ampliando experiencia en la industria transformadora

Pero la travesía no iba a ser tan rápida como esperaba, porque de nuevo una empresa me había contactado durante el verano para ofrecerme un puesto como responsable de expansión. ¿Podría ser posible? Yo no buscaba volver al mundo corporativo, pero la empresa en cuestión me tentó, porque era el mayor transformador de plástico de España, y contaba con una planta propia de tratamiento de residuos e inyección de granza reciclada.

De vuelta a la empresa privada a finales de ese año, una vez más el proyecto de consultoría se queda congelado. Cuando se lo comuniqué a mis hijas, mi hija mayor que tenía tan sólo doce años, nada más escucharme, me preguntó muy triste: «Pero mamá, ¿y qué pasa con tu proyecto?». Esas ocho palabras me acompañaron durante los casi dos años que estuve trabajando en la empresa transformadora. Pero todo ocurre por algo. Era una experiencia que me faltaba para completar mi recorrido.

Y en marzo de 2020 nos sobreviene la pandemia. En mi caso, al contrario de confinarme en casa, la situación me obliga a estar más de nueve horas en la fábrica, porque me asignaron un proyecto especial para colaborar en la lucha frente a la COVID-19. El proyecto resultó un fiasco, porque surgió de una idea sin contrastar y que me cayó en forma de orden tipo «encárgate de lanzar ésto». Y yo lo cogí con ganas, sinceramente, como me suele pasar. Ventajas de ser un poco demasiado entusiasta ante las novedades de la vida. Y en verdad que agradezco mucho esa experiencia, porque me permitió conectar con todos los eslabones de la cadena productiva: diseño e I+D, compra de materias primas, matricería, inyección, calidad, almacenamiento, logística y comercialización. Y además contacté con un sector nuevo por completo para mí, como es el de los productos de salud.

Era tan grande la oportunidad que se abría para el plástico gracias al crecimiento exponencial del sector salud, y tan disruptiva para la empresa en la que me encontraba, que el desenlace de nuestra relación era más que previsible. A finales de ese mismo año me encontraba por fin libre para acometer mi proyecto. Había ganado en experiencia en la industria y también en convencimiento propio para enfocar mi carrera profesional desde el punto de vista externo a las empresas.

De nuevo congelando proyecto para aprovechar una oportunidad

La entrada del año 2021 me encuentra plenamente dedicada en el lanzamiento de la consultora de sostenibilidad. Y como parte del plan comercial, considero interesante lanzar un grupo de networking de empresas dentro de una plataforma española. En tan sólo cinco meses tenía un grupo de 30 empresas con claro enfoque B2B. Nos reuníamos en el restaurante del Ateneo Mercantil de Valencia, porque uno de los empresarios era socio de esta institución hacía muchos años y me lo había recomendado. ¿Qué surgió de esos encuentros? Otro proyecto apasionante.

Con la marca recién diseñada y registrada, me lanzo de lleno en la creación del Círculo de Empresas del Ateneo, una comunidad empresarial de pymes que nace con el objetivo de apoyarse mutuamente y tejer redes para expandir las oportunidades de negocio. Una vez más, el proyecto de la consultoría se había quedado en un segundo plano. Pero esta nueva oportunidad me permite seguir construyendo la red de contactos y, sobre todo, continuar estudiando sobre la economía circular.

Foco en la estrategia circular

La maduración del proyecto antes de lanzarlo tiene dos efectos muy positivos: la validación de que el enfoque en estrategia circular era el acertado (Circulargy = CIRCULAR strateGY), y la creación de un equipo potente que surge de la eficacia del «esperar y encontrar», en vez del desafortunado «correr y buscar».

Este año 2022 me encontré con dos colegas que comprendieron y compartieron mi entusiasmo por acompañar a empresas y asociaciones en el camino de transición hacia el nuevo modelo de economía circular: Susi Boix, abogada y politóloga, fundadora y directora de BOIX GROUP, que aporta su conocimiento legislativo y político, base fundamental en la nueva era de la sostenibilidad y economía circular para, no sólo interpretar la norma, sino intentar anticiparnos a la legislación, y Betsabé Arjona, socia directora de la agencia AKMEDIA Consulting especializada en soluciones tecnológicas para la sostenibilidad. Cerramos el círculo. De esta forma, CIRCULARGY aporta este triple enfoque estratégico, legislativo y tecnológico para construir junto con los clientes una verdadera estrategia circular consistente con el entorno, acorde con la estrategia de cada empresa y con las herramientas necesarias para su medición y seguimiento.

Mónica García Bustamante, fundadora de CIRCULARGY, con su colega Susi Boix en la celebración del 20º aniversario de EVAP (Asociación Valenciana de Mujeres Empresarias y Profesionales).

Este año 2022 llegamos al final de este periplo, que marca simplemente el comienzo de la auténtica aventura. Con este foro de estrategia circular se materializa un proyecto basado en la necesidad de adaptarnos como empresas, y como individuos, a la nueva realidad que nos afecta a todos en este siglo: la carencia de materias primas por un lado y el exceso de residuos por otro. Y avanzaremos con estrategia, para que la incorporación de los preceptos de economía circular se realice desde una estrategia circular plenamente alineada y fusionada con la estrategia empresarial, que marque el foco, más allá del cumplimiento normativo, en la viabilidad y competitividad de nuestras empresas.

¿Y cómo se establece la estrategia circular? Esto contaremos en la I Sesión de Herramientas de la Economía Circular el 12 de diciembre en el HUB Empresa del Banc Sabadell. ¡Os esperamos!

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